Cueva de Aqmeshit
Gruta de la Santa Mezquita Blanca
Situada a 90 kilómetros de Shymkent, enclavada en la base de los tramos meridionales de la cordillera Karatau, este lugar se perfila como uno de los principales destinos sagrados del sur de Kazajstán. La cueva de Baidibek, marcada por un sumidero con una entrada de 30 metros de diámetro, pasa desapercibida a varias decenas de metros de distancia. El paisaje a ambos lados de la carretera está dominado únicamente por montañas, desprovistas de árboles en las proximidades de la cueva.
Este lugar tiene un significado inmenso para la población local. En épocas pasadas, la cueva cumplía una función religiosa como mezquita o santuario de religiones anteriores, lo que le valió el nombre de «Ak Mechet Aulie», traducido del kazajo como «Mezquita Blanca Sagrada». Los peregrinos acuden fervientemente a la cueva para ofrecer plegarias e implorar el cumplimiento de sus deseos.
Interior de la cueva de Ak Meshit
Te espera una vasta sala de 200 metros cuadrados, precedida por un cautivador bosque subterráneo de moreras. La cueva posee un microclima característico, con árboles que se extienden bajo la grieta, por donde se filtra intermitentemente la luz del sol. El aire del interior es extraordinario, distinto del de la atmósfera de la superficie, y suele permanecer entre 18 y 20 grados. A pesar del calor abrasador durante el verano, mantiene un frescor refrescante, mientras que con el frío intenso emana calidez. El suelo está adornado con una alfombra única compuesta de arena, excrementos de pájaros, plumas y polvo, acumulados durante siglos.
Leyendas de Ak Meshit
En este enigmático lugar abundan los relatos míticos. Una leyenda narra que, en la antigüedad, la cueva fue la morada de un dragón, una criatura formidable que se elevaba desde su nido, atacando tanto a las personas como al ganado. Cuando el dragón desplegaba sus alas, rozaba los bordes de la grieta, ampliando gradualmente su diámetro. Nadie pudo vencer a la amenaza que blandía la cola hasta la llegada del profeta Salomón, que sometió a la ominosa criatura. Se dice que la zona elevada de la parte central de la cueva, bajo la grieta por donde penetra la luz del sol, es donde dormía el dragón, dando lugar a otro apodo: la «Cueva del Dragón».
Otra leyenda cuenta una narración histórica según la cual la cueva sirvió de refugio durante las invasiones Jungar, ofreciendo santuario a los habitantes de la aldea durante largos periodos.
Propiedades curativas de Ak Meshit
Un rumor popular afirma que este lugar tiene propiedades sobrenaturales. Muchos turistas apilan piedras en pirámides y piden deseos, mientras que otros atan sus deseos escritos en una tela a los árboles o simplemente dejan pañuelos blancos, con la esperanza de que tales rituales ayuden a que sus deseos se materialicen. Se rumorea que este lugar de poder es capaz de tratar muchas enfermedades, con historias de parejas estériles que tienen hijos, la tensión arterial de alguien que se normaliza, alguien que se cura de diabetes, etc. Para recuperarse con seguridad, muchas personas se arrastran por una grieta de 7-8 metros de largo situada dentro de la cueva, teniendo en mente su deseo.
Viaje a la Cueva de Akmeshit
Desde Shymkent, se puede llegar a la cueva en taxi o en coche en poco más de una hora (unos 80 km). Sin embargo, se recomienda emprender el viaje en grupo y bajo la guía de un instructor.
La carretera moderna atraviesa extensiones esteparias cubiertas de hierba seca en verano. En las proximidades del pueblo de Kenestobe, en la región kazaja de Turkestán, el monótono paisaje estepario se transforma en un pintoresco paisaje de estribaciones. Aparca el coche en la base de una montaña baja, adornada con árboles esporádicos, y continúa a pie. La meta está al alcance de la mano cuando veas la escalera metálica verde que lleva a la abertura situada en la parte superior de la montaña.
Desde Almaty, es un día entero en coche hasta la cueva.
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Página actualizada el 22.1.2024