Valle de Besh-Tash

La leyenda más popular habla de una familia y cinco hijos. Un hombre tenía cinco hijos, pero todos ellos no obedecieron a sus padres y, cuando crecieron, huyeron de la casa paterna, dejando solos a sus ancianos padres. Durante mucho tiempo, los padres buscaron a sus hijos. Por aquel entonces, creció en el pueblo el rumor de que unos ladrones habían anidado en las montañas cercanas robando categóricamente a todo el mundo. Un día la gente se acercó al padre y le dijo que podría tratarse de sus hijos, lo que por supuesto se negó a creer. Sin embargo, decidieron confirmar si los rumores eran ciertos.

Caminaron durante mucho tiempo por los escarpados acantilados y, de repente, en un pequeño sendero, un hombre atacó al anciano. Quiso golpear al anciano, pero la madre reconoció a su hijo en el ladrón por la marca de nacimiento que tenía en la oreja. Ella gritó «¡Mendibek! No toques a tu padre, ¡maldito seas!», El ladrón se quedó confuso durante un minuto y se alejó corriendo. Siguiéndole, el anciano gritó desesperado «Tú, mi propio hijo, me has levantado la mano. Te maldigo a ti y a tus hermanos». Nada más pronunciar estas palabras, los hermanos se dispersaron en distintas direcciones, pero no tuvieron tiempo de saltar sobre sus caballos, cuando se congelaron y se convirtieron en piedras. Desde entonces, este desfiladero se llama Besh Tash.

Gracias por las fotos @j1becca