Complejo conmemorativo
del Imam Al-Bujari
complejo iMAM AL-bUKHARI
El Imam Al Bujari tenía una memoria extraordinaria y memorizó cien mil hadices, verdaderos relatos de cosas que el Profeta Muhammad dijo o hizo alguna vez. Su trabajo dio lugar a un compendio de hadices, el «Al-Djami as-Sahih», que ya en el siglo X había sido canonizado como una antología de hadices fundamental en la tradición sunní. La tumba del destacado erudito sunní Imam al-Bujari se encuentra cerca de Samarcanda, 25 km al norte de la ciudad, en la aldea de Joya Ismail. En el siglo XVI, se levantó un pequeño mausoleo sobre la tumba del Imam al-Bujari. También se construyó una mezquita.
Hoy en día, todo el mundo musulmán vive según sus hadices, mientras que en su tierra natal, las normas de al-Bujari se han convertido en ley. Su nombre sólo apareció cuando, en 1958, un conocido escritor libanés visitó la URSS e informó de que quería visitar la tumba de un conocido seminarista. Su petición causó alarma entre los funcionarios del Partido Comunista. La investigación se dirigió al Comité Central del Partido Comunista de Uzbekistán, y de allí a la Academia de Ciencias. Día y noche buscaron la tumba de Al Bujari, y finalmente la localizaron cerca de Samarcanda, junto a unas ruinas apenas perceptibles de una antigua aldea.
Con motivo del 1225 aniversario del Imam al-Bujari, en 1998 el gobierno de Uzbekistán decidió construir un nuevo complejo conmemorativo en el lugar del antiguo mausoleo. El moderno complejo conmemorativo consta de un mausoleo, una mezquita, un edificio de oficinas y otras estructuras alrededor del patio. La altura de la cúpula del mausoleo es de 17 m.
Las paredes están decoradas con azulejos vidriados de color verde claro, azul y blanco, mármol, ónice y granito. En el centro del mausoleo hay una lápida recubierta de ónice azul claro. En el patio se han conservado palmeras de cuatro siglos de antigüedad. Detrás del mausoleo hay un centro educativo para el estudio del hadiz. En el lado izquierdo del mecanismo del conjunto conmemorativo con una mezquita, una galería contigua con una superficie de unos 800 metros cuadrados puede albergar a más de un millar y medio de creyentes que realizan la oración. En el lado derecho, hay un museo con una colección única de libros manuscritos, que recogen la palabra de Dios dirigida a los musulmanes devotos.