Cañón de Charyn

El más famoso, impresionante y, por suerte, el punto de acceso más fácil a uno de los varios cañones de la zona, es el Valle de los Castillos. La longitud del Valle de los Castillos es de unos 2 km y su anchura varía entre 20 y 80 m, con una profundidad máxima de unos 100 m. Este cañón es toda una cadena de acantilados de piedra con formas extrañas, que a veces recuerdan a antiguos castros o castillos de arena de gran tamaño.

Quizá la parte más pintoresca y colorida del sendero es donde el cañón linda con el río Charyn, al que puedes llegar caminando unos dos kilómetros por un sendero entre las rocas rojinegras o, si no te apetece caminar, también puedes subirte a un viejo minibús soviético para hacerlo más fácil, ya que subirlo a pie puede ser agotador si hace calor, pues en el cañón casi no hay viento.

El río Charyn fluye a lo largo de unos 400 kilómetros y nace en las tierras altas de la cordillera de Ketmen fluyendo hacia la parte baja de Ili. Su turbulenta corriente puede arrastrar fácilmente a una persona, por lo que se desaconseja encarecidamente intentar nadar aquí. Más al norte, el valle se hace menos profundo y un gran bosque antiguo de fresnos de Sogdi crece junto al río que serpentea dentro del valle.

La mejor época para visitar el Cañón de Charyn es la primavera y los primeros meses del verano, ya que durante el verano suele hacer demasiado calor aquí. El comienzo del otoño es otro buen momento para visitar el cañón y admirar sus colores rojizos y amarillos, pero durante la primavera las plantas son más hermosas, con flores y colores verdes, en comparación con los colores amarillentos de finales de verano o principios de otoño.