Rudaki
Rudaki
- El padre de la poesía tayiko-persa
Rudaki fue una figura polifacética: poeta, cantante y pionero de la literatura persa. Nacido como Abu Abd Allah Ja’far ibn Muhammad ibn Hakim ibn Abd al-Rahman ibn Adam al-Rudhaki al-Sha’ir al-Samarqandi (C. 858 - 941) , fue uno de los primeros poetas persas en componer versos en lengua neopersa. Venerado como el «padre de la poesía persa», Rudaki desempeñó un papel fundamental en la configuración de la literatura en esta lengua. Su impacto se extendió hasta ser reconocido como el «fundador de la poesía neopersa» en Irán, y también se le suele llamar «padre de la literatura tayika» en Tayikistán.
Dotado de un gran dominio de la lengua árabe y de una voz cautivadora, Rudaki no sólo era poeta, sino también un hábil tañedor de laúd con una inclinación natural por la composición poética. Durante más de cuatro décadas, Rudaki dirigió un influyente círculo poético en la corte de los samánidas de Bujará, junto a célebres poetas como Abu Shukur Balkhi, Husrawani, Dakiki y Hakim Habib Nishapuri, amasando una fama y una riqueza considerables.
Biografía de Rudaki
El nacimiento de Abu Abdullah Jafar Rudaki se sitúa a mediados del siglo IX (hacia 860) en la aldea de Panj Rud, cerca de Panjakent. Los detalles sobre la vida y los antecedentes familiares de Rudaki son escasos, por lo que se desconoce la clase social de su familia. Sin embargo, un verso sugiere orígenes humildes y penurias personales.
Los primeros años de Rudaki estuvieron marcados por notables logros, pues a los ocho años ya había memorizado el Corán y mostraba talento poético. Recibió orientación musical de un destacado músico llamado Abu’l-Abak Bakhtiar. Rudaki ganó popularidad por su fina voz, su poesía y sus habilidades musicales. Partiendo de su aldea natal, se dirigió a Samarcanda, la principal ciudad cercana al valle de Zarafshan en aquella época y el segundo centro de actividades políticas, económicas, científicas y literarias del estado samánida del siglo X. El momento exacto en que Rudaki fue invitado a la corte de los samánidas es incierto, pero Nasr II ibn Ahmad Samánida, que gobernó de 913 a 943, le extendió la invitación, y Rudaki pasó allí una parte importante de su vida.
Rudaki gozó del favor de la corte del emir Nasr II, liderando un grupo de poetas durante varias décadas y acumulando riqueza y fama. Como autor prolífico, Rudaki está considerado el fundador de la literatura persa, reconocido como el precursor de la poesía en farsi. Sus primeros éxitos le llegaron como cantante, músico rapsoda y poeta. Poseedor de una buena educación escolar, Rudaki conocía bien la lengua árabe y el Corán.
En sus últimos años, Rudaki se enfrentó a la adversidad al ser cegado y expulsado del palacio. Los detalles exactos de estos sucesos son inciertos: una versión sugiere que fue un castigo del emir por la simpatía de Rudaki hacia los rebeldes qarmatianos, y otra versión propone que el poeta fue torturado y cegado por los propios rebeldes debido a que compartían celosas creencias ismailíes.
Sin embargo, llegaron tiempos difíciles y Rudaki se vio obligado a abandonar el palacio. Pasó los años que le quedaban empobrecido y enfermo en su Panj Rud natal, donde falleció en 941.
Obras de Rudaki
Las obras conservadas de Rudaki suman algo más de 2.000 versos, lo que demuestra su maestría en diversos géneros poéticos de la época. Su repertorio incluye odas idénticas (qasidas), ghazales líricos, extensos poemas didácticos (con conocidas fábulas del ciclo «Kalila wa-Dimna» y otras), versos satíricos y dedicatorias luctuosas. Destacan las qasidas «Madre del vino» (933), completamente conservada, y la qasida autobiográfica «Queja de vejez», junto con unas 40 cuartetas (rubaiyat). El resto existen como fragmentos de obras panegíricas, líricas y filosófico-didácticas, incluidos fragmentos del poema «Kalila wa-Dimna» (traducción al árabe, 932), y otros cinco poemas. «Kalila wa-Dimna» es la obra más conocida de Rudaki es su versificación, una colección de fábulas indias.
Los versos de Rudaki resuenan con temas de alabanza y elementos anacreónticos, unidos a una creencia en el poder de la razón humana, una llamada al conocimiento, la virtud y la influencia activa en la vida. La sencillez de los recursos poéticos, la accesibilidad y la vívida imaginería caracterizan el estilo jorasán creado por Rudaki y sus contemporáneos, que perduró hasta finales del siglo XII.
Rudaki no era el típico panegirista cortesano. Sus odas suelen comenzar con vibrantes descripciones de la naturaleza, celebrando las alegrías de la vida y el amor, la razón y el conocimiento, la nobleza y los retos de la vida. Favoreció la vida práctica, por considerarla la mejor maestra, y los motivos religiosos están en gran medida ausentes de sus versos. Muchos poemas reflejan una profunda contemplación filosófica.
El legado de Rudaki
En 1958, Irán y la República Socialista Soviética de Tayikistán conmemoraron el 1100 aniversario del nacimiento de Rudaki con una conferencia conjunta, a la que asistieron eminentes eruditos iraníes y tayikos. En este periodo también se descubrió el enterramiento de Rudaki en Panj Rud. El arqueólogo y antropólogo soviético Mikhail Mikhaylovich Gerasimov excavó y analizó los restos de Rudaki, utilizándolos para crear una representación escultórica del rostro del poeta que ahora se exhibe en el museo Rudaki, cerca de Panjakent. Tras la disolución de la Unión Soviética, Rudaki se convirtió en un símbolo destacado de la identidad tayika, reforzando los lazos con el mundo de habla persa en general.
Numerosos distritos, avenidas, calles y asentamientos de Tayikistán llevan el nombre de Rudaki. En Dushanbe, el parque principal de la ciudad «Bogi Rudaki» (Jardines de Rudaki) se encuentra junto a la calle principal de la ciudad, la calle Rudaki. También se publican cada año libros y obras sobre el legado de Rudaki, y el 22 de septiembre se celebra el Día de Rudaki.
Más sobre Tayikistán
Página actualizada el 3.2.2024
